A la hora de desayunar, almorzar o cenar en el centro de Madrid o de Barcelona, los veganos no tenemos ni el más minimo problema. En la capital, por ejemplo, encontraremos locales estupendos, como Viva Chapata, La oveja negra o Tiyoweh, por nombrar sólo mis favoritos.
La cosa se complica en las zonas más periféricas de las ciudades españolas, como por ejemplo en el madrileño barrio de Orcasitas, o si estamos de visita en algún pueblo, tanto del norte como del centro y sur de la Península Ibérica.
Para estos casos, aquí os doy algún consejo útil.
DESAYUNO
¿En un bar típico? La elección más sencilla y sana: pan tostado con aceite y tomate. Afortunadamente, una tosta se puede pedir en cualquier bar tradicional. Podéis acompañar la tostada con té o zumo de naranja, café solo o, si hay suerte, con leche de soja.
Los churros son una alternativa bastante grasienta, para los días más fríos: normalmente están hechos con harina de trigo, aceite y sal.
Yo, personalmente, nunca como churros. ¿Por qué? Por la acrimalida, una sustancia cancerígena que se encuentra en la comida frita, como informa la mismísima ciencia; aquí, podéis consultar la información sobre este tema recopilada por el Instituto Nacional del Cáncer. Desde luego, hay unas cuantas evidencias científicas que demuestran la conexión entre el hábito de comer productos fritos o cocinados a altas temperaturas y la aparición de algún tipo especifico de cáncer, como el de próstata. Explica la doctora Janet L. Stanford: “el consumo regular de determinados alimentos fritos se asocia con un incremento del riesgo de cáncer de próstata” [en este artículo de la Fundación Carlos Stim].
Resumiendo: es mejor comer churros sólo de vez en cuando… muy de vez en cuando…
ALMUERZO O CENA
No os voy a mentir. Será bastante difícil encontrar algo vegano en los menús de cualquier restaurante tradicional español.
Entre los pocos platos que se pueden elegir hay un clásico de la supervivencia vegana, al que espero no tengáis que recurrir: una ensalada (muy triste, ¡lo sé!), que hay que pedir sin jamón, atún, huevo o queso, ingredientes que se pueden remplazar con espárragos o champiñones, por ejemplo.
Podéis pedir pisto sin huevo, una ración de patatas con o sin «ali-oli» (si la salsa no lleva huevo) o verduras a la parrilla.
Los menús de unos cuantos restaurantes tienen también sopas vegetales, aunque en muchos casos están elaboradas con lácteos; hay que preguntar también. Entre los platos completamente veganos de la gastronomía española está la sopa de cebolla.
Podéis pedir trigueros, sin mayonesa o salsas, y pimientos del padrón, aunque… cuidado, ¡pueden picar!
Si os atiende gente maja (una rareza, teniendo en cuenta la tirria que muchos le tienen a los veganos), podéis pedir una tostada con los vegetales que acompañan otros platos de la carta (como champiñones, tomates o pimientos).
El gazpacho y el salmorejo (sin guarnición) son mis platos favoritos de la gastronomia tradicional española. Desgraciadamente, los encontraréis sólo en verano.
OTRA OPCIÓN: LA COCINA INTERNACIONAL
¿Y si no encuentras nada en la carta de un restaurante español? En Madrid, Barcelona, Valencia y en otras ciudades españolas hay un kebab en cada esquina: podrás comer falafel de garbanzos o hummus.
¿Y una pizza en un restaurante italiano? Aquí podrás pedir una Marinara (pizza típica italiana con tomate y ajo) o una pizza sin mozzarella con vegetales de cualquier tipo.En los restaurantes italianos hay también espaguetis o macarrones con salsa de tomate…
¿En los restaurantes chinos? Sopa de miso, algas, arroz o tallarines con verduras. Y hemos dejado lo mejor para el final: ¡los restaurantes indios! La cocina india ofrece muchísimos platos típicos veganos, como coliflor, patatas o lentejas al curry, okra salteado con jengibre, saag paneer (puré de pasta fresca de chile verde) y otros platos con verduras salteadas o legumbres acompañados de arroz y delicioso pan indio.
Espero haber sido de ayuda. Si quieres, puedes consultar mi selección de restaurantes de Madrid y de locales veganos en Barcelona.