Si buscas una receta de pollo deliciosa y fácil de preparar, el pollo en salsa de tomate según la receta de Karlos Arguiñano es una excelente opción. Esta receta combina sabores tradicionales con un toque especial que hará que tus comensales pidan más.
Ingredientes clave y preparación de la receta
Para hacer este exquisito pollo en salsa de tomate siguiendo la receta de Karlos Arguiñano, necesitarás los siguientes ingredientes frescos y de calidad:
- 4 muslos de pollo
- 1 cebolla grande
- 2 dientes de ajo
- 4 tomates maduros
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal y pimienta al gusto
- Albahaca fresca para decorar
Preparación paso a paso
A continuación, te guiaré a través de los pasos para preparar este sabroso plato de pollo en salsa de tomate:
- En una sartén grande, calienta un poco de aceite de oliva a fuego medio.
- Dora los muslos de pollo previamente salpimentados en la sartén hasta que estén bien dorados por ambos lados. Retira y reserva.
- En la misma sartén, agrega la cebolla picada y los ajos finamente cortados. Sofríe hasta que estén tiernos y transparentes.
- Añade los tomates troceados y cocina a fuego lento hasta que se forme una salsa espesa.
- Coloca los muslos de pollo nuevamente en la sartén con la salsa de tomate y cocina a fuego bajo hasta que estén bien cocidos y la salsa haya tomado todos los sabores.
- Sirve el pollo en salsa de tomate caliente, decorado con unas hojas de albahaca fresca.
Tips útiles para la preparación
Si quieres realzar aún más el sabor de este plato, puedes añadir una pizca de comino o pimentón a la salsa de tomate mientras se cocina. Esto le dará un toque aromático y delicioso que sorprenderá a tu paladar.
¿Cómo servir el pollo en salsa de tomate?
Este delicioso plato se puede acompañar de arroz blanco o patatas cocidas para crear una comida completa y satisfactoria. La salsa de tomate suave y sabrosa es ideal para mojar pan y disfrutar de cada bocado.
¿Se puede refrigerar y recalentar el pollo en salsa de tomate?
Sí, este plato se conserva muy bien en el refrigerador por 2-3 días. Simplemente caliéntalo en el microondas o en una sartén antes de servir para disfrutar de todo su sabor y textura.